Apenas entré a la casa de Lucía, lo primero que escuché fue la palabra “clítoris”.
Un poco me sorprendió.
Mis amigas -las “chicas”- y yo nos conocíamos desde hace años... y ahora gracias al Face volvimos a juntarnos seguido sin motivo aparente, para pasarnos fotos "nuevas" de cuando eramos inseparables...
Yo últimamente, por mis horarios, suelo fallarles. Hoy era feriado y entonces sí pude aparecer después de varias reuniones donde no estuve.
Es, digamos, de lo más normal que el tema del sexo esté en algún momento de la charla, pero siempre muy superficialmente, y muchas veces, entre nosotras, vinculado más a una noticia o a un dolor que al placer en sí.
Entonces, mientras saludaba y me sacaba el tapado, presté atención sin preguntar demasiado.
La que llevaba la voz campante era Nadia y todas las demás –Lucía, Dora y Anita- la escuchaban con suma atención.
Me senté cerquita de la mesa con sandwichitos y mientras saboreaba uno con palmitos, escuchaba.
-Es así chicas… yo, te lo re juro, no puedo creer que ni vos ni vos –dijo mirando a Dorita y a Ana- jamás se hayan tocado ahí abajo… Es fundamental… ¿Cómo les explican entonces a sus maridos lo que les gusta?
-No, yo no le digo nada a Raúl… me muero de vergüenza… él hace y yo más o menos la paso bien…
¿pero decirle? ¿y que le voy a decir? Ni loca… Siento algo mas o menos lindo cuando me besa o me… bueno… eso… y ya está.
-Yo sí le digo, pero viste como son ellos, tun tun y a otra cosa… Al menos Marce es así… prende la tele, pone futbol... y yo, no te voy a negar que me quedo medio rara, pero… y bueno… tampoco es la muerte, che…
-No chicas… no es así… No tener un buen orgasmo, solas o con un hombre al lado, es la muerte… la muerte de nuestra autoestima, de la sensualidad, de todo lo femenino… de sentirnos lindas, plenas... si podés tener un buen orgasmo, que te derrita toda, que te mmmm… que te haga sacudir la estantería… ¿porque no? El tema es que a mí me parece, no se me ofendan, que ustedes no saben lo que es un orgasmo, jamás tuvieron uno de verdad… Yo tengo unos aparatitos que Carlos me compra…sirven mucho... pero a mí me encanta agarrar el cepillo dental a pila, que vibra suavecito, y envolverlo en un pañuelo de seda… hace maravillas…¿Y vos Patricia? ¿Te haces la paja?
Me atraganté con una aceituna del tercer sandwich que devoraba muerta de hambre…
La pregunta me desacomodó.
Reconozco que no soy lo que se dice una experta del sexo ni muchísimo menos. Es más… yo estaba en idéntica situación que mis dos amigas “frustradas” como definió Nadia. A diferencia de ellas, para colmo, yo encima estoy sola desde hace un buen rato. Y eso dije, pensando en zafar de la requisitoria.
-Ah bueno… son todas unas mojigatas, viejas del siglo pasado… de hace dos siglos mejor dicho… Y vos sola, con más razón… ¿Nunca te ratoneaste o te mojaste un poco con un tipo o con una novela…o con, no sé…Brad Pitt…Johnny Deep, Banderas, alguno...que se yo…? ¿No te dieron ganas de nada?
-Si, si… eso si… pero al rato con las cosas de la casa, mis sobrinos, las compras, todo eso… ¡ganas de tocarme la pochola y todo voy a tener!
-Jaaaaaaaa! ¿La pochola? ¿Dijiste la pochola? Me muero… me muero muerta… No podés ser tan… tan… no sé… A ver: decí concha… dale… con-cha…
-Bueno, ok, está bien… pero es que acá, con ustedes…
-Si, si, ok… Decilo.
-¿Qué cosa?
-Concha, señora vergüenza ¿o sos lisita como la Barbie?… ¿no meas vos? quiero que lo digas… no, que lo grites mejor…CONCHA!
-Bueno, concha…ya está… ¿pero para que se juntaron al final? ¿Un concurso de malas palabras?
-No mi amor… ¿ves? Eso pasa. Nuestra concha no es una mala palabra…Sacate eso de la cabeza que seguro te metió tu vieja… O tu viejo, con lo terrible que era tu viejo, que decía una cosa y se volteaba hasta a la enfermera… Asumilo: es nuestro rinconcito super recontra femenino, el que nos da placer, además claro que por ahí damos, nada más y nada menos que vida… y es hermosa…
Y es hermoso también tocársela… Mmmmmmm, te juro que si no fueran tan pacatas me la haría acá mismo para que vean ¡y para que se vean…!
Ahí salto Lucía advirtiendo que como en un rato podrían llegar sus hijos, no era esa una idea de las más potables. Aunque también reconoció que un poco la idea de una práctica la tentaba.
-Y sus maridos… a vos te pregunto Ani… ¿nunca lo viste hacerse la paja?
-Él no se la hace. Estamos casados hace rato… ¿para qué se la va a hacer? Me tiene a mi para el sexo. Pero además somos grandes…
-No chicas… mis ladys… me voy. O muero de risa o de angustia, pero me muero. Todos los hombres se la siguen haciendo… No tiene nada que ver con la "fidelidad" ¿En serio me están hablando? Grandes, medianos o chicos se la hacen, y está buenísimo… los hace sentirse bien… les gusta… los calienta. Encima si se las hacen es mejor a que estén con otras minas, calentones como son ellos… y también les gusta que los miremos, como a ellos les encanta mirarnos a nosotras hacerlo.
Dora, que hasta ahí permanecía callada, saltó como leche hervida:
-Ah no… Basta! ¿Yo hacer eso delante de Matías? Noooooo, eso sí que no… bastante degenerada y asquerosa te viniste hoy Nidia… ¿con quién te estás juntando?
-Chicas… con nadie… el tema es que esta charla nunca se dio… pero la masturbación para nosotras es fundamental… ¡Y gloriosa! Es la única manera de saber donde nos gusta más… estoy segurísima que lo que ustedes creen que es un orgasmo no tiene nada que ver con lo que han sentido…
Pero para lo que más sirve, insisto, es para disfrutar… sacarte esa tensión de mierda de todo el día… Y conocerte! CO-NO-CER-NOS… Somos mujeres… eso es muy grosso… No somos menos que nadie, y el sexo es nuestro también… y si un hombre no nos da placer, que reviente… Y cuando aparezca uno que nos valore eso, ahí sí, que no se escape...
Pero bueno, tampoco puedo ser tan densa, me van a terminar odiando… cada una sabrá… y yo me tengo que ir, que quedé con Carlos en llegar temprano porque nos vamos al cine… Mañana cumplimos nueve años juntos ya… ¿Nos juntamos la semana que viene en casa? ¡Chauchis!
Creo que en el resto de la reunión ninguna escuchó a las otras. Todas quedamos con ese sabor a lo prohibido mezclado con ganas de probarlo. Nos miramos al despedirnos con cierta cara de picardía, pero sin decir demasiado.
En el saludo final, quedé a solas con Lucía. Las demás se habían ido apenas antes y atiné a confesarle algo.
-A mí con los dedos me da como cosa…no sé… y encima no tengo ningún juguete, y ni en pedo voy a comprarme uno… así que… ¡eso!… que no esperen nada de mí si es que en la próxima van a contar experiencias… chau…
-Pará… te entiendo… ¿sabés como hago yo?
Los ojos los debí haber abierto muy grandes, porque Lucía se rió de mi gesto.
-Mirá… yo primero me aseguro de estar sola un buen rato… y ahí nomás, preparo todo, algo de música, una copa de vinito y me pongo a lavar ropa.
-Andá… sos una boluda…yo te hablo en serio y vos me salís con eso… sos una estúpida. Y después planchás hasta olvidarte… Chau.
-No, no…pará… Prendo el lavarropas bien al mango… me saco todo… me quedo en bolas bolas…
Y mirá, me siento encima así, y me acomodo como para que una punta del lavarropas o donde sientas que vibra más, me sacuda la concha, contacto directo… ¿ves? si estás cerca de los botones de los controles mejor, porque le voy dando más, o menos… depende… Ah! algo importante: cárgalo mal de ropa, todo de un solo lado, así queda desbalanceado y se sacude mucho más, mmmmm… Ya sé, no es un consolador muy portátil que digamos, ja! pero… ay ¡que orgasmos que me da, no tenés una idea! Y desnuda me puedo tocar acá, acá… Bueno… es una idea que te doy… tenés que probarlo…
-Mirá vos a la abogadita… en bolas arriba del lavarropas, ja! Si en el estudio se enteraran…
-Bueno che… concha tenemos todas… ¿qué querés? ¿el chiste de las telarañas?
-No, si, claro… bueno…¿lo decís por mí? mejor me voy… todo muy lindo pero tengo mucho que hacer todavía…
-Si… andá… nos vemos… un beso… Y no le aflojes con las cosas de la casa vos…si seguís así te vas a quedar sola…
-Y bueno che… Pero me voy porque tengo mucha ropa para lavar esta noche, jajaja… chau loca…
-Chau… y ojo con el centrifugado que es adictivo, jajajaja…
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