sábado, 12 de marzo de 2011

Voy a empezar al revés.



Parado, desde el balcón de la habitación, verte tendida así en la cama, me resulta maravilloso.  Ese sueño al que colaboré al haberte llevado, te dejó inmóvil. 
La locura de pasión que hace un rato atrás desplegaste contrasta con ese cuerpo estáticamente perfecto. Pasión inquieta, manos y lenguas desesperadas, abrazos del alma.
Afuera, luces y sonidos mundanos ignoran lo que nos sucedió.
Desnuda, apenas envuelta en unas sábanas livianas, te disfruto como una obra de arte. Con una incorrecta soberbia me enorgullezco de haberte agotado. 
Trato de ser lo más simple en un tonto y básico análisis racional: Sos decididamente linda. Despierta o dormida. Sos un furioso volcán y la paz más calma.


No puedo dejar de mirarte. 
Todavía mantenés partes de tu piel erizada del calor que mi piel estimuló. 
Se te ve cansada pero entera. Diría feliz. Y siento, en el pecho, que fui parte. Te dejaste llevar y sin embargo  fuiste vos la que marcó el camino.
¡Qué difícil es comprender todo lo que siento! Cuerpos ávidos de vibración, de espasmos incontrolables e incontrolados… besos, caricias y abrazos. Dudo al razonar lo irracional.  No pretendo hacerlo. Pero es más fuerte que yo: Deseo apretarte, acurrucarte, comerte, saborearte mucho más allá de haber entrado en vos…  confundo humedades con sentimientos, placeres físicos con el más profundo amor… El leve roce de tu mano en mi cuerpo activa reacciones muy adentro mío. 
No pretendo adueñarme de tu poder. Pero te convertís en imprescindible.


El desnudarte, palpar tus formas milímetro a milímetro, gozar con tenerte y hacerte mía, es de esas cosas que no querés que nunca terminen. Todo en vos me genera esa mezcla entre lo corpóreo y lo celestial, entre lo humano y lo mágico. A ese pacto jamás previsto, donde nuestros cuerpos unidos explotaron de pasión, le añado la misma ternura que me das con tu mirada. No sos una más… sos diferente, y lo siento de manera distinta.
Podría decir que la lujuria que desplegaste, la audacia hasta burda, si se quiere, no me la esperaba. Tal vez la soñé en mi más inconfesable deseo. Me revelaste sentirte libre, y así te sentí. Una invitación a violar reglas, dejando fuera lo que “está bien” y lo que “está mal”. Y en tu salvaje manera de abrirte me inundaste de transparentes ganas de mí.
¡Qué increíble sabor tenés! ¡Qué delicioso recorrido por donde entré! Efímero y eterno el momento en que tu alma se ligó a la mía. ¡Quiero más! Y seguir pegados por nuestras mieles, sudores y pasión. Una y otra vez violencia divina para llevarme al cielo.
Ahora, parado, te veo y dudo mucho si no sos un sueño. Un ángel piadoso que escuchó mis plegarias de amor. Me lanzaría de nuevo a la aventura de comerte a besos, pero temo que estalles como pompa de jabón.
Con mi mente fotografío cada parte de tu ser. Hago un esfuerzo de retener el estado de breve inconsciencia a la que me llevás. Tan bueno para que se repita semejante acción, parece imposible.
Es que sos imposible.
Y sin embargo estás aquí.
Le gritaría al mundo cuanto te amo. Estallaría de emoción confirmar que eres mía.
Sin embargo, sos tuya. El don lo tenés vos.
Yo solo soy un simple admirador.
Te pido un último deseo:
Dejame tomarte de la mano. Quiero ir con vos.






2 comentarios:

  1. gracias por dejar comentarios. si acá no podés, dejalo en http://www.facebook.com/home.php?sk=group_123579844369811&notif_t=group_activity
    que es el grupo de facebook del abismo

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  2. Este relato vendria a ser el placer despues del placer... Es el mimo extra q todas las mujeres necesitamos despues de un encuentro intenso y salvaje.... Tan importante como la previa seducción, es lo q viene despues de la locura y el extasis...
    Como siempre, Jorge describiendo y ensalzando aspectos femeninos q nos hacen sentir ..... más mujeres.... -Gracias, Jorge...!

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