jueves, 29 de agosto de 2013

Sin ganas de nada (relato no sexual)

NOTA: Si buscas un tradicional relato mío, éste no lo es. Hoy quería meterme en la cabeza de una mujer de un modo diferente. Gracias por entender.



Enojada.
Enojada con la vida.

Así estoy.
Harta de...No sé de que, pero estoy harta.

Me pongo a escribir en vez de hacer otra cosa, porque con el humor que tengo lo haría para la mierda.

Hacía rato que no explotaba así. En realidad vengo torcida pero me la venía aguantando. No sé porque.

Y sé que soy injusta. Injusta por desagradecida. Porque en realidad tengo lo que quiero. Hago lo que quiero.

Pero no me basta. Odiosa ansiedad que no puedo controlar.

De nada me sirven sus palabras, sus idiotas comentarios de que está todo bien.
Él no está en mi cabeza, Él no sabe lo que de verdad me pasa.

Lo peor de todo es que lo quiero. Sufro cuando no está a mi lado. Pero su caprichismo de minimizar mis dramas me rompe soberanamente las pelotas.
Cuando arranca con eso, me levanto y me voy. Y si puedo, dando un furioso portazo.

Eso en cierta forma me relaja.

Pienso en esas actitudes y me odio. Pareciera que disfruto más un portazo que un orgasmo.
Últimamente no tengo ganas de cojer, no tengo ganas de sexo. Tengo ganas de irme a la mierda.

Y al rato asumo mi histeria. Pero esta vez es fuerte. La situación es fuerte.
Va más allá del tema en discusión. Se empieza a transparentar otra cosa, otra realidad oculta dentro mío. Yo no quiero ver quien soy realmente. Me da miedo encontrarme con alguien indeseable. pero aparece.
Grito, insulto, deseo lo peor.

"Disconformista" me dice. Y mi cabeza lo traduce como que soy una mierda de persona, mala, desagradecida.
Mientras miro su boca decir palabras sin escucharlas, yo  pienso otras. Pienso que odio que él me conozca y yo odio que yo no pueda conmigo, conociéndome.

Ganas de...no sé...La puta madre! no sé que quiero.

De pronto, justo él me dice, como para ayudarme precisamente eso: "A ver ¿que es lo que te gustaría? Decíme y le buscamos la vuelta juntos"

NO SÉ!!! Carajo!! No sé y me desespera!

De pronto hilvano, un poco controlándome, un par de ideas: "Trabajar, salir, hacer cosas..."
Suena a ridículo:..yo trabajo, salgo, hago cosas...y mas o menos me divierte y me mantiene la cabeza en orden.

Y ahí revienta todo: "Lo que vos querés no es eso" sentencia.

Mis ojos no aguantan más las compuertas herméticas de un llanto orgullosamente contenido. No quiero llorar pero las lágrimas necesitan salir.

Pienso, apretandome los dientes, que eso me debilita ante él. Que se cae una máscara inútil.  Y me doy cuenta que soy una boluda atroz. Entonces no disimulo más aquello indisimulable. Respiro congoja y algo de aire me entra al cuerpo.

No soy sincera conmigo. Es eso. Soy tan terca y dura que algo me duelo por dentro.
Juro que me encantaría que viniese y me abrace, pero él sabe que lo más probable es que lo rechace y le diga que salga, que no quiero que se acerque. y vuelvo a desear sus brazos, para anhelar que desee hacerlo...y volver a armarme de frialdad...

Soy así. Y sé que un día, tranquilamente, puede hastiarse de estas conductas pelotudas que vaya uno a saber cuando y porqué mamé e hice carne.

Basta.

Necesito parar y mirar a los costados. Vivo mirando para allá, para adelante y no sé como es el camino que recorro. Sindrome de Alicia en el País de las maravillas, si es que existe...aquel que reza "Mermelada ayer, Mermelada mañana, pero nunca mermelada hoy"...No sé lo que es el Hoy. Tampoco demasiado valoro el Ayer...

"Mañana, mañana, mañana..." Muchas veces me asusto pensando en que no habrá un mañana...No...peor!...que haya un mañana ingobernable... ¡eso! que me agarre el mañana sin estar preparada...Preparada para... ¡No sé! ¡No sé! ¡No sé!

He pensado en el fin de mis días. Listo. Como no puedo gobernarme, me entrego. Pero tampoco me hace minimamente feliz la idea. Y no se si es cobardía o valor... No sé nada. Es indignante.

Si...seguramente podés pensar que lo mío sean nervios, incertidumbre, un poco de locura incorregible...

Pero lo peor (?) es que él me tiene una fe que no entiendo. Cuando reacciono soy malísima y milésimas de segundo después de decir la última letra temo que agarre y se vaya. y en esa milésima de segundo creo que tendría razón...

Pero se queda y me acompaña.

No sé que espero. No escarmiento porque él me sigue queriendo. Y más bronca le tengo. Odio que ame como ama. Odio que yo sea tan importante para él.

Es increíble: pensar en separarnos me produce esos sentimientos encontrados de liberarme de algo, pero no se de qué... y después pienso que no me libero de nada.

Soy la pensante de los dos. Siempre que alguien nos ve, asume eso. Yo la racional y el él chiquilín. Yo la que analizo y el él impulsivo. Yo la recatada y el él audaz.

Si y no. Su manera de protejerme, de querer contenerme es razonada, medida, preparada. Yo, al contario, exploto por ese puto rechazo a lo emocional. Ni un orgasmo siento como los siente él.

Quiero cambiar. Cuando me doy cuenta del dolor que esto me produce, lo asimilo y me lo impongo: Quiero cambiar.

Pero no sé como...

Entendeme... una vez más..., entendeme...

Gracias.

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